viernes, abril 27, 2012

CRÍTICA: LAS ÁGUILAS DE ROMA de Enrico Marini

Hoy dedicaremos unos minutos para hablaros de un título del denominado en otros tiempos “peplum”, cuando éste género estaba de moda en la gran pantalla, aprovechando que, para el próximo Saló del Còmic de Barcelona 2012, Norma Editorial saca a la venta el tercer volumen de Las Águilas de Roma de Enrico Marini (autor que es uno de los autores invitados de esta edición), una serie que continúa aún abierta y que de momento consta de tres volúmenes (el tercero fue publicado en Francia un mes antes de la celebración del Festival de la BD de Angoulême 2012, donde fue uno de los autores estrella del evento), siendo editados en el mercado franco-belga de la mano de Éditions Dargaud.


Marini es de sobras ya conocido por todo los aficionados a estas alturas, con infinidad de títulos ya en su bibliografía que han hecho las delicias de todo el lector fiel a la bande dessinée que, a pesar de ser un autor italiano nacido en Suiza, ha realizado prácticamente toda su carrera en el mercado franco-belga (a partir del segundo volumen de Gipsy y de la mano siempre de Dargaud), con obras en varios volúmenes, alguna de ellas aún serie abierta, como Olivier Varèse (Alpen Publishers), Gipsy, Rapaces, El Escorpión, (editados por Norma) y La estrella del desierto (editado y reeditado en un solo volumen por Planeta), siempre con otro autor a los guiones, así como la colaboración como guionista, dibujante o colorista en alguna que otra serie.


Como podemos comprobar, a semejanza del Murena de Jean Dufaux y Philippe Delaby, Las Águilas de Roma sigue un mismo patrón narrativo… nos ofrece una visión de la Roma Imperial, en esta ocasión en época del Emperador Augusto. Nos encontramos en el año 9 a.C., cuando Druso intentaba someter a las tribus bárbaras germanas. Una de estas tribus eran los Queruscos, los cuales se aliarán posteriormente con Roma y de la que proviene uno de los protagonistas principales de nuestra historia: Ermanamer, hijo de Sigmar, jefe de los Queruscos. Éste, para consolidar la paz entre ambos pueblos, es enviado a Roma como rehén, llamándose a partir de ahora Gaio Julio Arminio, donde conocerá al otro protagonista de este relato: Marco, hijastro de Tito Valerio Falco, que acogerá al primero en Villa Falco.


En el primer volumen vemos como ambos jóvenes se hacen adultos, recibiendo un estricto adiestramiento en el manejo de las diferentes armas y tácticas romanas, así como reciben cultura general latina que los convertirá en verdaderos romanos… este adiestramiento fortalecerá sus lazos de amistad convirtiéndose en amigos inseparables, no sin mantener sus diferentes puntos de vista y actitudes ante los retos que se les presentan.

Ya en el segundo volumen, ambos protagonistas han crecido y ya forman parte del poderoso ejército romano (nos situamos ya en el año 9 d.C.). Marco ya es un hombre casado que escala a marchas forzadas en el ejército… pero la acción va saltando en el tiempo, y nos situamos en el año 4 d.C., cuando ambos protagonistas se encuentran en el circo romano viendo una carrera de cuadrigas, aún siendo jóvenes que disfrutan de los placeres de la vida, hasta que uno de ellos descubre el amor… y todo cambiará a partir de entonces.


Toda la historia se basa en una constante ambientación de una Roma Imperial, donde Marini no escatima en mostrarnos hasta el mínimo detalle de la sociedad romana de la época, sus ansias de poder de las clases patricias, la lujuria que se encuentra al girar cualquier esquina, las condiciones de vida de la plebe, el amor entre jóvenes, endulzado todo por el ocio al que tenía derecho el pueblo de Roma. Posiblemente la belleza del trazo de Marini nos haga desviar constantemente sobre algunas carencias de la narración que, aunque perfectamente hilvanada, abusa en exceso de los flashbacks, a veces sin situarnos en un primer momento en el cambio de tiempo hasta que nos damos cuenta que nos habla de una situación diferente y pretérita, apoyado, aunque en demasía, con la constatación de la fecha pertinente. También abusa de la explicación del excesivo libertinaje al que estaban acostumbrados los habitantes de Roma, con una retahíla de fiestas y bacanales que no reflejan bien, bien, la forma que tenían real de divertirse los romanos, aunque Marini demuestra en todo momento las dotes de saber interpretar la belleza del cuerpo humano de tradición, diríamos, clásica, apolínea.


En ambos volúmenes Marini hace entrever, en diversos sueños de nuestro portagonista Marco Valerio Falco, los sucesos que están por llegar, pero en clave difícil de discernir, dando ese toque de misterio a la obra, acompañado del verdadero destino de Ermanamer en un futuro como guía de su pueblo predicho por una adivina, como podemos ver al final del primer tomo.

El estilo de Marini es el que nos ha “malacostumbrado” en todas sus anteriores obras, con ese trazo que bebe mucho del manga (se ve a todas luces en los rostros de los personajes, sobre todo de los más jóvenes, una influencia clara de Otomo), aunque a cada obra que realiza va mejorando el trazo, haciéndolo suyo, europeizándolo, hasta convertirlo en lo que ya podemos denominar “estilo Marini”… un estilo espectacular, lleno de ritmo y acción, capaz de ofrecernos bellísimas postales de lugares históricos perfectamente recreados (una Villa típica romana, con cada una de las estancias perfectamente representadas; el Foro de Roma, el Palatino, el Circo Máximo, un castrum militar típico de las legiones romanas, los barrios de Roma, las orgías y bacanales romanas, las tabernas, las casas de la nobleza , la disposición de las legiones en la batalla…), capaz de representar perfectamente las diferentes anatomías de los diferentes protagonistas, con multitud de posturas y perspectivas que enriquecen la escena, y con una buenísima narrativa capaz de situarnos en escenas sencillas y de pocos componentes por viñetas, así como obsequiarnos con perfectas escenas generales de multitudes o de perspectivas correctas a vista de pájaro. Lo reafirmamos, un maestro a los lápices como pocos hay hoy en día en el mercado, independientemente de que pueda o no acertar en la temática elegida, que también.


Para completar esta obra, al final de cada volumen nos ofrecen un glasario de terminología que es muy útil para conocer el significado de las innumerables palabras y denominaciones, tanto en latín como de términos de época romana, que impregnan estos volúmenes.

Una colección que aún está inconclusa pero ya nos marca el camino que seguirán el resto de los títulos, una historia de aventuras al más puro estilo Marini al que todos ya estamos muy acostumbrados, un relato histórico lleno de acción y aventuras, esta vez encuadrado en época romana, con una ambientación magníficamente lograda que te introduce sin problemas en esta historia de ficción en un contexto histórico bien definido.

Un saludo cordial.

2 comentarios:

Renee Vivien dijo...

Muy buen comic. Vale la pena

oenlao dijo...

creo que coincidimos, la historia como la de la pelicula gladiador es demasiado elemental. Al menos el primer libro. Los dibujos son exelentes, por momnetos me recuerdan A Risso y a Manara.